Y sí, para tanta diadema siempre hay una ocasión, es el complemento perfecto para cualquier momento y día, ya sea para ir al trabajo, para tomar algo o para una cena un sábado por la noche.
Claro que tanta diadema necesita un espacio donde reposar…y para que todas mis diademas estén a la vista y bien ordenaditas, ayer recibí un inesperado regalo de mis amigas Amaya y Carmela. La ocasión era perfecta, después de un mes sin reunirnos, mis amigas de la uni y yo quedamos para tomar algo y ponernos al día, y cuál fue mi sorpresa cuando me regalaron una cabeza de maniquí!!! Sí, sí, por fin tengo un lugar donde colocarlas, el lugar que les corresponde.
Así que lo que hice después fue maquillar la cabeza para darle un poco de “personalidad” y colocar todas y cada una de las diademas en este nuevo objeto que fomenta aún más si cabe mi fetichismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario