miércoles, 12 de agosto de 2009

Querido diario..

Hace algunos años cuando todavía estaba en la uni, en primero o segundo de carrera, una compañera de clase nos hizo un speech de lo que era para ella un diario de abordo o lo que es lo mismo, un blog. Recuerdo que por aquel entonces no tenía ni la más remota idea de lo que hablaba, así que en la medida de lo posible presté atención por respeto a ella y por curiosidad, esto último un añadido que viene conmigo de fabrica. Para ella un blog en internet, abierto y descubierto a todo el mundo de la red, era un diario, vamos que había sustituido el libro de toda la vida con aquel mini candado que siempre estaba guardado en los lugares más reconditos de la habitación por aquello de la intimidad, por una página en internet donde todo persona ajena a sus pensamientos tenía acceso a ellos.
Reconozco que en un primer momento aquello que relataba entusiasmada me resulto bastante sorprendente, ¿cómo una persona puede desnudar sus pensamientos, ideas y sentimientos a la merced del desconocido?
Con el tiempo, de alguna manera le he entendido, he ido evolucionando y ya veis aquello que en su día me pareció tan escandaloso, hoy me parece en ocasiones hasta un desahogo. En el fondo de alguna manera las personas que escribimos en un blog seguimos atadas a ése diario, hemos sustituido el mini candado por una contraseña personal, aunque lo publicado es, valga la redundancia, público.

No hay comentarios:

Publicar un comentario