martes, 21 de abril de 2009

Sin Fronteras

Es de lo más curioso ver cómo la gente es capaz de movilizarse para acudir a un determinado evento. Aquello que hace que olvides tus obligaciones, tus preocupaciones diarias y que te invita a zambullirte en un viaje al país de la sugerencia. Ya sea por el entorno en el que me muevo o porque se trata de una regla general, este tipo de actos a los que me refiero suelen ser los conciertos. La música es ese conjunto de notas que hacen estremecer y palpitar al gentío al son de unos acordes. Está siempre presente porque no entiende ni de tiempo ni de espacio. Y es uno de esos pequeños placeres, nuestras pequeñas debilidades, gracias a las cuales la vida tiene otro color...
Bailar como si nadie te estuviera viendo, es descargar todo aquello que en un momento dado puede pertubar tu mente. La música es libre a las interpretaciones y cada uno hace lo que mejor le conviene con ella..yo, bailo!

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