Cosas nuestras

Últimamente hay algo que no deja de rondar por mi cabeza, un concepto abstracto, que el ser humano persigue y ansía retener desde su creación, la Libertad. Ése límite que nos empeñamos en conservar y que en cuestión de segundos se nos escapa entre los dedos. Creemos tener diferentes mecanismos de defensa para no perdernos en la dependencia, y lo más curioso de todo es que somos nosotros mismos quienes nos encerramos en esa vorágine. Miedo a perder, miedo a ganar, aquello que crees que te encarcela y te agobia no está en los demás. Al fin y al cabo la Libertad la elige uno mismo y es inherente a las personas, o por lo menos así es como debería ser.